Museo de Gavà

La exposición permanente del Museo de Gavà, “Gavà, las voces del paisaje”, explica nuestro paisaje y hace un recorrido por la historia del territorio a través de seis salas:
 

Sala 1 - ¿Què es el paisaje?

Descubrimos que el paisaje es un sistema formado por multitud de elementos -clima, rocas, plantas, animales y nosotros mismos- que está en constante transformación. La observación de rocas, fósiles o minerales nos permiten descubrir que hace miles, e incluso millones de años, hubo paisajes muy distintos al actual: mares poblados de animales primitivos, paisajes áridos donde paseaban los antepasados de los dinosaurios, mares tranquilos y poco profundos...
 

Sala 2: Los primeros habitantes del paisaje.

Se explica la primera ocupación de este territorio por parte de grupos cazadores y recolectores del paleolítico.
 

Sala 3: Los primeros campesinos.

El neolítico y el yacimiento de las minas prehistóricas de Gavà tienen un especial protagonismo en la exposición. Los hallazgos arqueológicos nos permiten conocer el entorno en el que vivieron las comunidades campesinas y ganaderas de hace 6.000 años, las actividades económicas y sus creencias, así como la actividad minera y joyera en torno a la variscita. En el Museo podemos contemplar los objetos originales, como la Venus de Gavà, el cráneo trepanado y los adornos de variscita, entre otros muchos.
 

Sala 4: Labradores y comerciantes en la antigüedad.

Esta sala nos permite conocer el impacto de las sociedades íbera y romana en el territorio. En la costa de la desembocadura del río Llobregat, entonces navegable, hubo un elevado número de asentamientos gracias a las posibilidades agrícolas de la zona y, en especial, a su situación estratégica para los intercambios comerciales. En Gavà, la huella de estas épocas la encontramos en poblados íberos como el de la colina del Calamot, las villas romanas, o los restos de barcos en el yacimiento de Les Sorres, un impresionante testimonio de la línea de anclaje de época romana y medieval.
 

Sala 5: Caballeros, monjes y campesinos.

A lo largo de la edad media y parte de la moderna, el castillo de Eramprunyà presidió un extenso territorio ocupado por campos de cereales y viñedos. El castillo era el símbolo de un nuevo sistema social y económico: el feudalismo. El paisaje sigue dominado por los cultivos de secano, que se extienden desde las llanuras más fértiles hasta las montañas. Encontramos masías, torres, ermitas, monasterios y pueblos.
 

Sala 6: El paisaje contemporáneo.

La última página de la historia y de la transformación del paisaje se escribe con fenómenos que todos conocemos porque formamos parte de ella. La industrialización, las necesidades de comunicación y los servicios han logrado transformar más el paisaje en un solo siglo que en los 20.000 años anteriores. Esta última parte de la exposición plantea una reflexión sobre el equilibrio entre las acciones del hombre y el entorno: un nuevo sistema productivo, el control del agua que provoca la aparición del regadío, las redes de comunicación, los nuevos modelos de ciudad, los servicios y el aumento de productos y residuos... Todos estos fenómenos se presentan en la última sala de la exposición como un reto de un nuevo aprendizaje de vida.