Masía de can Tintorer
La masía de can Tintorer da nombre al barrio y cobija una las minas de época neolítica mejor conocidas.
Las primeras referencias de la masía son del siglo XV, cuando se denominaba can Armengol. Antes de llamarse can Tintorer, esta casa aún fue conocida como can Fuster.
Sobre el año 1800 la masía sufrió una serie de obras, que afectaron tanto la casa como la explotación agrícola.
En los años 1950 la masía dejó de usarse como tal y hacia el 1972 comenzó la urbanización del barrio. De propiedad municipal, en 1985 fue objeto de una restauración que añadió una nueva escalera girada y la iglesia parroquial de Sant Nicasi, que se separa levemente del muro de la masía.
La masía es de estructura basilical o de tres cuerpos. Tiene una planta y buhardilla en la parte central del edificio. La fachada es asimétrica y los dinteles horizontales y jambas verticales de puertas y ventanas son de piedra arenisca roja de la zona. Destaca también la puerta dintelada del mismo material, que conserva un sillar con parte de un antiguo reloj de sol grabado. Donde hoy se halla la iglesia de Sant Nicasi estaban los corrales y todavía se puede ver parte de la pared que cerraba el entorno de la masía.
Una característica que la distingue de las otras casas es que está construida sobre una de las minas de época neolítica, hoy visitables sólo en el Parque Arqueológico Minas de Gavà.